Vecinos y transeúntes de la intersección de las calles 45 y 5 en La Plata alzaron la voz ante el peligro constante que representa el estado deplorable de la calzada. Una combinación de pozos profundos y un badén pronunciado, que se convierte en una trampa de agua con cada lluvia, transforman esta esquina en un punto crítico para la seguridad vial y peatonal. Las quejas son unánimes y el temor a accidentes aumenta con el paso de los días.
La problemática se centra en la presencia de múltiples baches de considerable tamaño que dificultan la circulación de vehículos, obligándolos a realizar peligrosas maniobras para esquivarlos. A esto se suma un badén particularmente profundo que, ante la falta de un sistema de drenaje eficiente, acumula agua de lluvia, creando una suerte de “pileta” que ocupa gran parte de la calzada.
“Es una esquina incruzable. Es vergüenza cómo está esta calle”, dijo Marta, vecina de la cuadra hace más de veinte años. “Uno tiene que andar esquivando los pozos como si fuera una carrera de obstáculos. Y cuando llueve, ni te cuento, el badén se llena y parece un río. Ya vi varias motos patinar y casi caerse”.
La peligrosidad de la esquina se agudiza para los peatones, quienes deben sortear los baches y, en días de lluvia, lidiar con la acumulación de agua que dificulta cruzar la calle de manera segura. “Da miedo pasar por acá cuando llueve”, expresó Juan, un estudiante que transita la zona a diario.
Ante la falta de respuestas concretas, los vecinos y peatones de la zona de calle 45 y 5 hicieron un llamado urgente a las autoridades municipales para que tomen cartas en el asunto.