
En las primeras horas de la madrugada de ayer, un episodio de imprudencia al volante sacudió a Ensenada. Un conductor, con un alto nivel de alcohol en sangre, protagonizó un aparatoso accidente en una zona muy transitada de la ciudad.
Según informaron fuentes policiales, el automovilista alcoholizado ingresó a gran velocidad a una rotonda ubicada en la intersección de las calles Vergara y Hernández. La maniobra imprudente culminó con el vehículo incrustado contra el cantero central de la rotonda.
Sorprendentemente, a pesar de la violencia del impacto, el conductor resultó ileso. Este hecho fue calificado como un verdadero milagro por testigos y autoridades, quienes se mostraron aliviados de que no hubiera heridos.
Sin embargo, la situación generó una lógica preocupación en la comunidad. El riesgo potencial de un accidente de estas características, especialmente por la imprudencia de conducir bajo los efectos del alcohol, es evidente y alarma a los vecinos.
Este suceso sirve como un recordatorio contundente de los peligros de la conducción irresponsable. Afortunadamente, en esta ocasión no hubo víctimas, pero la imprudencia al volante sigue siendo una amenaza constante para la seguridad vial en la región.