Era moza en La Plata, charló con su mamá, dejó todo y desde octubre comenzaron un hermoso sueño: "Me animé pero tenía miedo"

Belén cuenta su linda experiencia desde Villa Elvira. Dejó de ser empleada y una charla con su mamá fue clave: "No creo dejarlo cuando me reciba"
Sociedad 06/05/2025 . Hora: 12:55
Por Francisco Angulo
Periodista.

Belén tiene 24 años, es de Villa Elvira y en octubre del año pasado dio un vuelco de 180 grados en su vida laboral.

Soy estudiante de Medicina y mamá”, se define ante todo la joven, que dialogó con LAPLATA1.com sobre su recorrido y el emprendimiento que logró forjar junto a su familia a pulmón.

Nació de la necesidad de poder hacer un aporte económico en casa, sin tener que dejar a mi nene al cuidado de otra persona”, recuerda.

“Tenía que ser algo con horarios flexibles ya que también estudio, entonces no tenía tiempo libre para cumplir con un horario de trabajo. Siempre me gustó la pastelería. Mi mamá también es pastelera, así que ya tenía las mañas del oficio”, agrega.

Así es como ahora Belén la rompe con las cosas dulces que prepara. El camino no estuvo exento de miedos. Ella siempre había sido empleada, nunca emprendedora.

“Un día me animé a empezar, con el miedo que nos da al principio a todos los emprendedores de invertir y que nos vaya mal. Pero de a poquito y gracias a la gente fui creciendo”, subraya.

La idea surgió de una charla con mi mamá. Yo en ese momento era moza en un salón de eventos y veía que las cosas dulces salían muchísimo. Algo de pastelería sabía y mi mamá me ayudó a empezar, desde lo económico hasta los elementos”, señala.

Octubre fue la fecha clave. Era el Día de la Madre y fue un verdadero boom de ventas. Un comienzo inmejorable.

Las cosas más lindas de ser emprendedor es que podés manejar los tiempos y no tener la obligación de cumplir con un horario. También es muy lindo cuando un cliente te manda un mensaje agradeciendo. En cada pedido entregado uno tiene la duda de que les guste y esos mensajes dan alivio y seguridad de que uno hace las cosas bien”, reflexiona.

Por supuesto también el camino está hecho de algunas pálidas: “Lo más feo quizás es la gente irresponsable. A veces toca gente no muy empática que te encargan y no cumplen. Uno se frustra porque es tiempo invertido”.

Belén vive con su pareja. Adelante, a pocos metros, está la casa de su mamá. Son un equipo. Belén prepara y su familia reparte mientras estudia o cuida a Benja, su pequeño.

Para recibirme me falta bastante. Por ahora la idea es seguir con el emprendimiento para poder solventar los gastos del estudio. Es algo que me gusta así que no creo dejarlo cuando me reciba. Además de un sustento económico, es algo que hago por gusto también”, completa la joven de Villa Elvira.