
"¿Cómo lidian con la idea de que van a tener que trabajar por el resto de su vida?", preguntó un usuario en “X”, lo que refleja el pensamiento que aparece con frecuencia en la cabeza de muchos jóvenes adultos: ¿vamos a trabajar hasta que nos muramos?

La respuesta no tardó en llegar, ni una ni dos, sino que varias personas comentaron desde su experiencia, resignación o estrategia de supervivencia. Entre las más destacadas, una persona confesó: "Me fui de Argentina para poder vivir con laburar solo un part time y aún así tener jubilación decente. Y además, lo que dijiste de laburar de lo que me gusta, porque soy docente y allá me tomaban el pelo."
Otra usuaria resumió su fórmula en tres claves que resonaron fuerte: Buscar un trabajo que al menos no desgaste, que pague bien sin ser una máquina de picar carne, aprovechar cada minuto libre como si fuera oro.
cómo lidian con la idea de que van a tener que trabajar por el resto de su vida ??? como le hacen para no deprimirse, o más bien, como sobreviven con esa idea estando deprimidos
— frambuesa dolorosa (@ladamabuho_) May 8, 2025
El hilo se convirtió rápidamente en un espacio de catarsis colectiva, pero también de estrategia. Porque detrás del meme de "vivimos para trabajar" hay realidades estructurales, sueldos que no alcanzan y generaciones enteras que crecieron con la promesa de que estudiar y esforzarse les daría una vida digna. Spoiler: no siempre ocurrió.
Mientras algunos se resignan, otros emigran. Y muchos, como puede verse en las respuestas, se aferran a los pequeños placeres como ancla emocional: viajar, descansar, tomarse un mate en silencio un lunes feriado.
El tuit no ofreció soluciones mágicas, pero sí un alivio: no estás solo.