El inicio de mayo trajo consigo una notable desaceleración en la inflación, según el relevamiento de IPC Equilibra. En la primera semana del mes, el índice de precios al consumidor registró un incremento de tan solo 0,9%, marcando el valor más bajo para una primera semana en el período analizado. Este dato alentador contrasta con el promedio de las últimas cuatro semanas, que se ubica en 2,5%, y proyecta un cierre mensual también en este último porcentaje.
Este freno en la escalada de precios se explica, en gran medida, por la disminución del 4% en el precio de las naftas, lo que tuvo un impacto negativo de 0,2 puntos porcentuales en el índice general. A este factor se sumaron el acuerdo alcanzado con las empresas de medicina prepaga y la postergación de incrementos significativos en las tarifas energéticas, a pesar del aumento estacional en sus costos de producción. Como resultado, el rubro de Regulados experimentó una suba de apenas 0,8%, también el menor registro para una primera semana.
En lo que respecta a los precios más sensibles a la variación del tipo de cambio, el informe de Equilibra señala que los Alimentos y bebidas mostraron una estabilidad relativa, con un aumento del 0,3%. Sin embargo, otros rubros dentro del núcleo inflacionario continuaron mostrando incrementos relevantes, lo que llevó a que el resto del IPC Núcleo avanzara un 1,3% semanal.
De esta manera, los esfuerzos del gobierno por contener el traslado a precios tras la salida del cepo cambiario parecen estar dando sus primeros frutos, al menos en este comienzo de mayo. La marcada desaceleración en la primera semana genera expectativas de que la inflación pueda mantenerse en torno al 2,5% para el cierre del mes, aunque la evolución del núcleo inflacionario seguirá siendo un factor clave a monitorear en las próximas semanas.
