
El sector turístico argentino atraviesa un momento de alerta. Según datos recientes, durante marzo de 2025 el turismo receptivo cayó un 24,2% interanual, mientras que el turismo emisivo, los viajes de argentinos al exterior, creció un 98,8%. Esta disparidad refleja una fuerte pérdida de competitividad del destino nacional.
El encarecimiento del turismo interno se ve reflejado en las tarifas hoteleras, que actualmente son las más altas de la región. Según un relevamiento de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), los precios hoteleros subieron un 3% respecto a marzo, en un contexto de apreciación cambiaria e inflación en dólares.
Los empresarios del sector advierten que la combinación de precios elevados y menor ingreso de turistas extranjeros está afectando gravemente la actividad. Representantes del rubro se reunieron en Salta para analizar la situación y buscar estrategias que ayuden a revertir la tendencia negativa.
Uno de los puntos centrales fue la necesidad de recuperar competitividad y evitar que más argentinos sigan eligiendo vacacionar en el exterior. En destinos como Brasil o Chile, la oferta hotelera resulta actualmente más económica que en muchas ciudades argentinas, lo que genera un desbalance evidente.
Además, se destacó que la caída de la actividad turística golpea especialmente a las provincias donde predomina el empleo público y el turismo representa una fuente clave de ingresos. Las estadísticas muestran también una baja en la facturación por cubierto en el sector gastronómico, lo que agrava aún más la situación general.
Frente a este escenario, desde FEHGRA y otras entidades reclaman medidas que alivien la carga impositiva, mejoren el acceso al financiamiento y fomenten el turismo interno con propuestas competitivas. También se planteó la importancia de campañas de promoción y acuerdos sectoriales.
El objetivo es evitar una profundización de la crisis en uno de los sectores más dinámicos de la economía, que aún no logra recuperar plenamente los niveles de actividad previos a la pandemia. La preocupación crece y las soluciones, coinciden los actores del sector, deben ser urgentes.