
Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo clave este fin de semana en Suiza para reducir durante 90 días los aranceles que aplican sobre sus productos. El pacto representa una pausa en la creciente guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.

En esta línea, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, anunció que ambos países “reducirán sus aranceles en un 115%”, lo que llevará a que Washington baje los suyos del 145% al 30%, mientras que Pekín reducirá del 125% al 10% los impuestos a las importaciones estadounidenses.
El comunicado conjunto destaca que el acuerdo fue alcanzado bajo “el espíritu de apertura mutua, la comunicación continua, la cooperación y el respeto mutuo”. Bessent destacó que “ninguna de las partes quería una desvinculación”, lo que facilitó el consenso.
Es preciso mencionar que, el conflicto arancelario se había intensificado el mes pasado, cuando el gobierno de Donald Trump impuso fuertes gravámenes a numerosos socios comerciales, lo que incluyó un arancel especial del 20% para frenar la entrada de fentanilo desde China.
El nuevo pacto incluye además la creación de un mecanismo para continuar con las conversaciones económicas y comerciales. Las próximas rondas podrán realizarse de forma alternada en China, Estados Unidos o en terceros países.
Para finalizar, ambas partes reconocieron la importancia estratégica de su vínculo comercial, no solo para sus respectivas economías, sino también para la estabilidad económica mundial. Por ahora, el acuerdo marca un respiro en una disputa que generaba incertidumbre global.