Una abuela de Berisso denunció que le apretó "las partes bajas" a un ladrón para que deje de pegarle: "Lo hice dos veces"

El dramático hecho ocurrió en una casa ubicada sobre la calle 124 Norte entre 22 y 23, en el barrio de Villa Progreso
Policiales 16/05/2025 . Hora: 10:01
Una abuela de Berisso denunció que le apretó ”las partes bajas” a un ladrón para que deje de pegarle: ”Lo hice dos veces”

Una mujer de 82 años, con dificultades para caminar por una reciente intervención quirúrgica, fue víctima de un feroz asalto en su propia casa de Berisso.

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Sin embargo, terminó con una reacción inesperada: se defendió con sus propias manos ante la brutalidad del agresor que, cobardemente, la golpeó con fuerza y le robó sus ahorros.

De acuerdo a lo informado por fuentes policiales, el dramático hecho ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada del último lunes en una casa ubicada sobre la calle 124 Norte entre 22 y 23, en el barrio de Villa Progreso, donde María Edith Vildozo se encontraba cosiendo una almohada. En esas circunstancias, fue sorprendida por un delincuente que logró forzar una puerta.

Primero advirtió que su perra ladraba de manera insistente. Al acercarse a la puerta de ingreso, percibió movimientos sospechosos e intuyó que alguien intentaba entrar. Por precaución, tomó un serrucho que tenía a mano, pero al considerarlo poco práctico, decidió dejarlo a un costado.

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Apenas lo vio, según reveló la jubilada ante las autoridades policiales, reconoció al implicado y no dudó en enfrentarlo. “Al verlo lo encaré, pero él me empujó con fuerza y me tiró al suelo. Caí al lado de la cama y no podía levantarme. Entonces empezó a pegarme sin piedad”, relató la damnificada en su cruda declaración.

Lo que el delincuente no esperaba era la reacción de la mujer. A pesar de sus limitaciones físicas, la vecina de Berisso buscó esconderse y, en un desesperado intento por defenderse, se aferró a la zona más sensible del agresor.

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Le apreté sus testículos con todas mis fuerzas. Lo hice dos veces. Pensé que así iba a dejar de pegarme”, explicó la mujer. Sin embargo, temiendo represalias más violentas, optó por desistir, aunque apuró la fuga del ladrón. Antes de retirarse, el implicado se tomó su tiempo para buscar las llaves y recorrer la vivienda. Finalmente, se llevó dos carteras: una donde la víctima guardaba sus ahorros, y otra que contenía documentación y estudios médicos.

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