
La cuadra de la calle 8, comprendida entre las transitadas arterias 57 y 58, se ha convertido en un verdadero desafío para quienes la recorren a diario. Lo que debería ser un trayecto simple y seguro se transforma en una peligrosa prueba de destreza automovilística y peatonal debido a la alarmante cantidad de pozos que adornan el asfalto. La situación se agrava por la presencia de la Escuela Primaria Nº 1 "Francisco Berra" cuyos alumnos y padres deben sortear estos obstáculos con el riesgo constante de accidentes.
"Es una vergüenza cómo está esta calle. Uno tiene que manejar esquivando pozos como si fuera una carrera de obstáculos", expresó indignado Carlos, comerciante de la zona. Su frustración es palpable y compartida por muchos otros residentes que ven cómo sus vehículos sufren las consecuencias del deterioro vial. Roturas de neumáticos, llantas dobladas y problemas en la suspensión son moneda corriente para quienes circulan por esta cuadra.
Pero los más vulnerables ante esta situación son, sin duda, los niños que asisten a la escuela. "Tengo miedo de que algún día un auto o una moto los esquive y termine subiéndose a la vereda", dijo la madre de un alumno de cuarto grado. La falta de un asfalto uniforme obliga a los conductores a realizar maniobras bruscas, poniendo en peligro la integridad física de los peatones, especialmente de los más pequeños.
Los reclamos de los vecinos ante las autoridades municipales han sido reiterados, pero hasta el momento no han obtenido respuestas concretas.
La comunidad educativa y los vecinos de 8 entre 57 y 58 claman por una intervención urgente que transforme esta "calle lunar" en un camino seguro y transitable. No se trata solo de mejorar la calidad de vida de los residentes, sino de garantizar la seguridad de los niños que diariamente se dirigen a su escuela.