Quizás pocos apellidos están tan vinculados a la historia de Gimnasia. Primero fue Hugo, presidente alguna vez de la institución, y después fueron los Mellizos, con un destacado paso como jugador, fundamentalmente Guillermo. A él y su hermano Gustavo lo siguieron los Cataldi, aunque solo Juan alcanzó a debutar, y posteriormente llegó Bautista, sobrino de los "Melli" e hijo de Pablo.
Ahora, el tiempo hizo que Nicolás, hijo del actual técnico de Vélez, tuviese su oportunidad con la camiseta del "Lobo" y por ahora lo hace actuando en la Reserva de Fernando Zaniratto. Y el mediocampista, que ya fue viviendo distintas sensaciones inolvidables, como fue por ejemplo jugar en el Bosque, en este caso experimentó una jornada muy especial al enfrentar al equipo dirigido por su padre, por más que se tratase del Selectivo.
Por ello, no había mejor oportunidad para que Guillermo lo observase jugar con la camiseta del club de sus amores, dado que el encuentro se disputó en la Villa Olímpica, habitual lugar de entrenamiento del "Fortín". Como era de esperar, entonces, siguió con atención las acciones detrás del alambrado y disfrutó del buen rendimiento de su hijo, pese a la derrota por 3-1 en condición de visitante.
“Nico” fue el asistidor en el primer gol del encuentro, cuando el “Lobo” se puso en ventaja por la mínima por el cabezazo de Juan Cruz Cortazzo, tras el envío de Barros Schelotto. Ya en el complemento, lo dio vuelta el local en una ráfaga de minutos y sobre el cierre la V azulada puso cifras definitivas. Esta derrota complica el panorama del “Tripero” de cara los playoff pues deja a Gimnasia en décimo lugar de la zona B, a tres puntos del último clasificado, con una fecha por disputar.