
Este jueves en una conferencia de prensa realizada en la ciudad de La Plata, se presentaron los detalles del ambicioso Plan Hídrico del Gran La Plata, un proyecto que busca transformar la infraestructura hídrica de la región con una inversión de 180 millones de dólares y que beneficiará a aproximadamente 1,23 millones de vecinos.
El presidente de ABSA, Hugo Obed, junto a la directora provincial de Agua y Cloacas, Graciela Ambrosolio, y la directora de Proyectos y Programas, María Inés Plet, fueron los encargados de brindar precisiones sobre el Plan en la sede del Ministerio de Infraestructura bonaerense de la capital bonaerense.
Durante la conferencia, Obed destacó que el sistema que abastece a la región funciona como una red interconectada, donde lo que sucede en un punto impacta en toda la estructura.
“No tenemos una red homogénea ni ideal. Lo que tenemos es el resultado de un crecimiento urbano sin planificación, con cañerías viejas y exigidas”, explicó el funcionario.
A su vez, remarcó que estas obras son el resultado de años de estudios técnicos, planificación y gestiones ante organismos internacionales. “Nada de esto pasa de un día para el otro. Hay equipos que trabajan en cada paso: ingenieros, técnicos y administrativos que empujaron para que hoy estemos licitando obras clave”, sostuvo.
Además, destacó la intervención del gobernador Axel Kicillof, del Ministerio de Obras Públicas y de referentes del sector que impulsaron el financiamiento para que estos proyectos se hicieran realidad.
“Nos llena de orgullo ser parte de este proceso. El sistema de agua es dinámico y complejo, y con estas obras apuntamos a optimizarlo, equilibrando presiones, mejorando el caudal y garantizando la calidad del agua”, concluyó Obed, que también reivindicó la historia del sanitarismo argentino y el rol fundamental que cumplen los trabajadores de ABSA.
Por otro lado, explico que el Plan está dividido en tres etapas:
La Etapa 1, es la de producción, transporte y mejoras en cañerías existentes. Esta incluye la construcción de una nueva estación de bombeo, nuevos acueductos de agua cruda y tratada, la rehabilitación de tramos antiguos y la instalación de una planta potabilizadora completamente nueva. Solo en esta etapa, la inversión supera los 180 millones de dólares, con aportes del Tesoro provincial y organismos multilaterales.
La Etapa 2, es la de conducción y almacenamiento. Se contempla la instalación de nuevas cisternas, acueductos secundarios y la repotenciación de estaciones de bombeo. Esta fase suma una inversión cercana a los 50 millones de dólares.
La Etapa 3, de distribución y conexiones, implica el cierre de mallas en barrios como Los Hornos y la zona noroeste, el recambio de más de 35 mil metros de cañerías, y la incorporación de nuevas redes en zonas que antes no contaban con servicio. El presupuesto estimado para esta fase es de 43 millones de dólares.