
El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló a favor del Gobierno de Donald Trump y le permitió retirar el permiso de residencia temporal a más de 532.000 imigrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.
Se trata de una medida impulsada por el Departamento de Seguridad Nacional y avalada por siete de los nueve jueces del máximo tribunal.
La decisión revierte una orden de una jueza federal de Massachusetts que impedía anular el llamado "parole humanitario" sin revisar cada caso. Las únicas en votar en contra fueron las magistradas liberales Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson.
En un duro comunicado, Brown Jackson cuestionó la decisión: “El tribunal subestima las consecuencias devastadoras de permitir que el Gobierno trastoque la vida de casi medio millón de personas mientras sus demandas siguen pendientes”.
Por último, advirtió que los inmigrantes ahora enfrentan dos opciones críticas: regresar a países en crisis o quedarse en EE.UU. y arriesgarse a la deportación.