La presión impositiva en Argentina es una de las más elevadas de América Latina y su efecto sobre los precios finales que paga el consumidor es cada vez más evidente. Un reciente informe elaborado por la consultora Focus Market, dirigida por Damián Di Pace, reveló cuánto podrían bajar algunos productos si se redujeran o eliminaran ciertos tributos.
Según el estudio, en el rubro de los electrodomésticos, los precios podrían bajar hasta un 30% si se eliminara la carga impositiva que pesa sobre ellos, que incluye IVA, impuestos internos, ingresos brutos y tasas municipales. Esta presión fiscal termina trasladándose de forma directa al consumidor final.
En el sector automotor, también se observaron efectos concretos: la eliminación de una alícuota del 20% del impuesto interno para vehículos de gama media implicó una baja de hasta el 25% en el precio final. Esto se reflejó en modelos cuyo valor se encontraba entre los $41 y $75 millones, favoreciendo el acceso a estos bienes y aliviando al mercado.
Por otro lado, la eliminación parcial del Impuesto PAIS en operaciones de importación apunta a reducir el costo de ingreso de insumos, tecnología, bienes terminados y medicamentos. Esta medida busca disminuir los precios a nivel local, al abaratar la estructura de costos de las empresas importadoras.
Sin embargo, desde Focus Market advirtieron que la baja de impuestos por sí sola no garantiza una reducción directa en los precios. Factores como el valor del dólar, los márgenes de ganancia, la logística y el contexto inflacionario también inciden en la formación de precios. La medida, sostienen, puede ser efectiva si se combina con otras herramientas de política económica.