
En una de las ofensivas más amplias desde el inicio de la guerra, Rusia atacó anoche con más de 400 drones y 40 misiles diversas regiones de Ucrania, lo que dejó al menos tres muertos y 49 heridos, según confirmaron las autoridades locales. Los blancos fueron principalmente edificios residenciales, infraestructura energética y otros bienes civiles.
"Atacaron casi todo el país: Volinia, Leópolis, Ternópil, Kiev, Sumi, Poltava, Jmelnitski, Cherkasy y Cherníguiv", enumeró el presidente ucraniano Volodimir Zelenski a través de sus redes sociales, donde también compartió imágenes de las zonas bombardeadas.
Entre las víctimas fatales se encuentran tres trabajadores de los servicios de emergencia que murieron en Kiev durante las tareas de rescate. Aunque parte de los proyectiles fueron interceptados, “no todos pudieron ser derribados”, reconoció Zelenski.
El mandatario pidió una respuesta más firme de la comunidad internacional. “Rusia debe pagar por esto. Es el momento de actuar con decisión. Si se le da más tiempo a la guerra para matar gente, eso es complicidad”, advirtió.
Este ataque masivo llega pocos días después de que una operación ucraniana destruyera decenas de aeronaves de la aviación militar rusa. Según analistas, el bombardeo podría ser una represalia directa.
Zelenski volvió a reclamar mayor apoyo militar y político a sus aliados, en especial a Estados Unidos y Europa en un momento clave del conflicto.