
Un vecina de Los Hornos reclamó a las autoridades municipales obras de readecuación de las zanjas que atraviesan las veredas en la zona de 162 y 68, donde el agua no transita, se estanca y se pudre.

"Así vivo, con el agua podrida de la zanja, dentro de mi casa", contó y mostró un video de cómo el líquido se acumula entre el pasto y la tierra y comienza a descomponer las hojas secas y ramas que caen al surco.
Además, el agua que se desborda por el taponamiento de la zanja llega hasta las veredas frente a las casas y genera charcos de barro por donde circulan los transeúntes de la zona y por donde sacan los autos de las cocheras los habitantes de la zona.
Otra vecina se sumó a los reclamos e indicó que en "la calle 134 entre 80 y 79 es un laguna, sólo faltan los pato; nadie hace nada".