
Los conflictos entre manifestantes y fuerzas de seguridad siguen escalando en Los Angeles, Estados Unidos, y la alcaldesa del distrito, Karen Bass, tomó la decisión de imponer un toque de queda para limitar la circulación de personas con el objetivo de minimizar los actos delictivos en un territorio de aproximadamente 1,5 kilómetros cuadrados.
La medida se tomó en respuesta a los saqueos y actos de vandalismo que se produjeron en el centro de la ciudad el lunes por la noche en medio de un tenso clima de confrontación por las manifestaciones sociales, aunque también indicaron que las diurnas fueron mayoritariamente pacíficas.
Según el Departamento de Seguridad de Los Ángeles, están eximidas del toque de queda los residentes de la zona designada, las personas sin hogar, los medios de comunicación acreditados y los funcionarios de seguridad pública o de emergencias.
La medida tiene una vigencia que va desde las 20:00 a las 06:00 del miércoles, en el horario local, es decir, de 3 de la madrugada a las 13 del miércoles en el horario argentino. El anuncio fue dado mientras continuaban las redadas contra las modificaciones migratorias por quinto día consecutivo