El conflicto entre Irán e Israel alcanzó un nuevo punto crítico con un intercambio de ataques a gran escala que dejó decenas de muertos y heridos, además de ciudades devastadas y tensión global.
Según fuentes oficiales del Ejército israelí, Irán disparó alrededor de 200 misiles en cuatro oleadas y lanzó otros 200 drones hacia territorio israelí. Como respuesta, Israel ejecutó al menos 150 ataques aéreos sobre objetivos estratégicos iraníes.
Las sirenas de alerta sonaron en la madrugada del sábado en Tel Aviv y Jerusalén, mientras miles de personas se refugiaban en búnkeres. Algunos misiles impactaron en zonas residenciales, provocando incendios, explosiones y una víctima fatal: una mujer que no logró sobrevivir a sus heridas.
La televisión estatal iraní informó que sus ataques estaban dirigidos a bases militares, centros logísticos e infraestructuras clave en territorio israelí. En tanto, Tel Aviv reportó daños materiales severos, cortes de internet y personas atrapadas bajo los escombros, mientras los servicios de emergencia continuaban con las tareas de rescate.
Israel, por su parte, lanzó bombardeos sobre al menos cuatro zonas estratégicas en la ciudad de Tabriz, al noroeste de Irán, y también atacó el aeropuerto de Mehrabad en Teherán, utilizado principalmente para vuelos nacionales. La agencia Fars confirmó que las instalaciones militares, nucleares y civiles fueron blanco de los misiles.
Hasta el momento, las autoridades iraníes informaron que los ataques dejaron un saldo de al menos 78 muertos y más de 320 heridos, incluyendo altos mandos militares y personal vinculado a programas nucleares, lo que deja a la comunidad internacional con una creciente preocupacion ante una escalada que amenaza con desestabilizar aún más el panorama geopolítico.
