
A casi dos semanas de la muerte de Thiago Correa, el niño de 7 años que murió tras ser baleado en un tiroteo por un policía en Ciudad Evita, la familia confirmó que la donación de sus órganos permitió salvar la vida de cuatro personas.
Según informó el INCUCAI, el corazón de Thiago fue trasplantado a un nene de 4 años, su riñón izquierdo a un nene de 5, su hígado a una nena de 13, y su riñón derecho a una mujer de 46. “Cuando nos llegó la información, sentimos alivio y un poco de alegría. Fue una decisión difícil, pero elegimos dar vida en medio del dolor”, expresó Fabián Correa, el papá del niño, en un emotivo video.
“Thiago va a estar en los corazones de todos. Sé que cuando estemos en una plaza viendo chicos jugar, vamos a sentir que él está ahí con nosotros”, agregó conmovido.
En paralelo, la Justicia avanza en la causa por la muerte del niño. El juez de garantías de La Matanza negó el pedido de excarcelación al oficial Facundo Aguilar Fajardo, quien disparó once veces durante el enfrentamiento con delincuentes. Tanto el juez como el fiscal de Homicidios, Diego Rulli, coinciden en que hubo uso excesivo de la fuerza, y el caso se investiga por homicidio simple con dolo eventual y exceso en la legítima defensa.
En una entrevista televisiva, el policía declaró entre lágrimas: “Prefería que me maten antes de que Thiago hubiese muerto. Desde ese día no dejo de pensar en mi hermanito de 11 años”. También afirmó que el lugar estaba oscuro y que no sabía que había un niño cerca.