El traslado de Cristina Fernández de Kirchner a los tribunales federales de Comodoro Py representa un nuevo desafío para el Gobierno nacional.
La expresidenta deberá presentarse ante la Justicia y podría ser escoltada desde su domicilio en el barrio porteño de Constitución. Tal es así que el Ministerio de Seguridad trabaja en un operativo de alta complejidad.
Ante el anuncio de una gran movilización que incluirá agrupaciones, gremios e intendentes, en Casa Rosada buscan evitar cualquier tipo de incidente. El objetivo es que el operativo se desarrolle con máxima prolijidad y sin sobresaltos.
Aunque muchos detalles aún no trascendieron, el plan contempla un fuerte despliegue de las cuatro fuerzas federales: Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y Policía de Seguridad Aeroportuaria. Además, se evalúa implementar un extenso vallado para impedir que manifestantes se acerquen al vehículo que traslade a la ex vicepresidenta.
Uno de los puntos más sensibles es si se aplicará el protocolo antipiquetes, una medida que todavía está en discusión y que busca evitar cortes de tránsito. La decisión dependerá del nivel de convocatoria.
El otro escenario que se analiza es que la Justicia le otorgue prisión domiciliaria. En ese caso, Cristina no sería trasladada y permanecería en su casa de Constitución, lo que permitiría evitar un operativo de alto impacto.
