Este martes, en el día previo a la movilización organizada por el peronismo para acompañar a Cristina Kircher a Comodoro Py, gobernadores de Unión por la Patria (UP) se reunirán en la sede del Partido Justicialista (PJ) con el objetivo de brindarle su respaldo a la ex mandataria.
El encuentro tendrá lugar a partir de las 18 en el edificio del PJ, ubicado en Matheu 130. Antes, a las 15, será el turno de la Confederación General del Trabajo (CGT).
A exactamente una semana de que el máximo Tribunal revalidara la sentencia en el marco de la causa Vialidad, jefes provinciales se juntarán a diagramar una hoja de ruta común ante lo que consideran una decisión "proscriptiva" y "antidemocrática", tal como ya lo expresaron varios de ellos en las redes sociales.
La realización del cónclave con los mandatarios fue confirmada por el senador y vicepresidente del PJ nacional, José Mayans, quien tiene a cargo la articulación entre todos los sectores.
Si bien restaban confirmaciones, Ámbito pudo averiguar que Axel Kicillof (Buenos Aires), y Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) confirmaron asistencia.
Mientras que Sergio Ziliotto (La Pampa), tendrá agenda en la Capital Federal, por lo que se espera que también participe. Por su parte, Ricardo Quintela (La Rioja) anticipó que asistirá a la marcha del miércoles, e intentará formar parte de la reunión del martes.
Por el contrario, desde Catamarca dijeron a este medio que Rául Jalil, alejado de la conducción de Cristina, no será de la partida. Lo mismo se espera del tucumano Osvaldo Jaldo.
Los otros dos nombres que completan la órbita son Gildo Insfrán (Formosa) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero), tándem de mucha cercanía con la expresidenta. Zamora, sin embargo, está de viaje en los EEUU, por lo que no integrará la comitiva porteña. No estarán todos los mandatarios que integran Unión por la Patria.
Este martes, el peronismo buscará tener una foto con volumen, que le permita imaginar horizontes más esperanzadores. Precisamente, con la conducción del Justicialismo, Cristina intentó dotar al sello opositor y desterrar a dirigentes que vienen teniendo un actitud por lo menos dialoguista con la administración libertaria. Con ese norte, tomó la decisión de intervenir los PJ de Salta, Misiones y Jujuy, por ejemplo.
