La pobreza infantil en Argentina continúa en niveles alarmantes. Aunque hacia el segundo semestre de 2024 se registró una leve mejora, los indicadores siguen mostrando una estructura social profundamente desigual, especialmente entre regiones del país. Así lo señala un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), elaborado por Valentina González Sisto e Ianina Tuñón.
Según el documento, el índice de pobreza infantil alcanzó un pico histórico del 67,3% en el primer semestre de 2024, impulsado por la fuerte devaluación, la inflación acumulada del 62,4% y la caída del poder adquisitivo. En ese periodo, los ingresos de los hogares pobres quedaron 42,6% por debajo de la Canasta Básica Total.
Gracias a una relativa estabilidad macroeconómica y aumentos en las transferencias sociales ,como el 100% en la AUH en enero, 27% en marzo y 41% en junio, además de la ampliación de la Tarjeta Alimentar, el indicador bajó al 52,8% hacia finales de año. No obstante, esa mejora fue parcial y despareja: no alcanzó por igual a todos los territorios.
El Norte argentino continúa siendo la región más afectada. Aglomerados como Gran Salta, Formosa, La Rioja, Gran Paraná y Gran Resistencia presentan tasas de pobreza infantil muy superiores al promedio nacional. Sólo Jujuy-Palpalá se ubicó por debajo de ese umbral al finalizar 2024.
En contraste, las regiones del AMBA, el Centro y la Patagonia mostraron mejoras más sostenidas. Ciudades como Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca, Neuquén y Gran Córdoba registraron descensos importantes. Algunos aglomerados como Viedma, Gran San Luis y Rawson también mejoraron su situación relativa respecto a 2023.
Sin embargo, en otros puntos del país la pobreza infantil empeoró. Gran Catamarca, Posadas y La Rioja son ejemplos de cómo la desigualdad territorial se profundiza. De hecho, el informe advierte que “aunque el dato nacional mejora hacia fines de 2024, esa mejora no alcanza a todos: la mitad de los aglomerados empeora”.
La brecha es evidente: mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registra la tasa más baja de pobreza infantil del país (27,1%), en Concordia el panorama es alarmante, con un 75% de niños y adolescentes viviendo en hogares pobres.
A pesar de los esfuerzos del Estado, los autores del informe concluyen que las medidas aplicadas resultaron insuficientes para revertir los efectos combinados de la inflación y la pérdida de ingresos reales. La pobreza infantil sigue siendo la más alta entre los grupos etarios y continúa reflejando las profundas fracturas sociales del país.
