Los seis integrantes restantes del G7 intentan mantener la cohesión del grupo tras la sorpresiva salida de Donald Trump. Las tensiones con Irán, la guerra en Ucrania y la situación en Gaza marcaron el cierre de una cumbre atravesada por conflictos globales.
En el último día del encuentro en Canadá, los mandatarios de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Canadá se reunieron con Zelenskyy y la OTAN, reforzando su compromiso con Ucrania y pidiendo una desescalada en Medio Oriente.
En este marco, emitieron un comunicado conjunto en el que rechazaron que Irán acceda a armas nucleares y pidieron un alto el fuego en Gaza.
Es preciso mencionar que, Trump abandonó la cumbre antes del cierre, alegando razones de urgencia y criticando con dureza al régimen iraní. También se distanció del respaldo unificado a Ucrania y relativizó las sanciones a Rusia.
Esto ultimo generó tensión entre los socios del G7 y dejando a los líderes restantes con el desafío de sostener la influencia global del grupo en un escenario internacional convulsionado.