Pedro Pablo Mieres, de 37 años, secretario de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), fue hallado sin vida en su vivienda de la calle 115 de la capital bonaerense. La escena del crimen dejó perplejos a los investigadores: el cuerpo estaba desnudo, atado de pies y manos con cordones de zapatillas y presentaba golpes en el rostro, pero no tenía heridas de arma blanca ni de fuego.
La investigación está a cargo del fiscal Gonzalo Petit Bosnic, junto a personal de la DDI local. La autopsia será clave para determinar la causa exacta de la muerte, aunque por el momento no hay personas imputadas.
Una de las primeras hipótesis es la de un homicidio en ocasión de robo, aunque las características del hecho generan dudas. No hubo signos de violencia en los accesos a la vivienda y, aunque faltaba el celular de Mieres, en el lugar se encontró un bolso con objetos como una pava eléctrica que podría haber sido colocado intencionalmente para simular un robo.
El joven convivía con su pareja, un ciudadano colombiano que, lejos de haberse fugado como circularon en algunos rumores, permanece en La Plata y está a disposición de la Justicia. Una fuente cercana al caso destacó que Mieres era “muy sociable” y que su casa solía recibir visitas con frecuencia.
Pedro Pablo era oriundo de Neuquén y había llegado a La Plata para estudiar la carrera de Biotecnología. Desde sus primeros años como estudiante, se involucró en actividades de extensión universitaria y se destacó por su labor en las Brigadas Ramona Medina durante la pandemia. También trabajaba en el vacunatorio del Hospital San Martín, donde reafirmaba su compromiso con la salud pública.
La comunidad universitaria expresó su conmoción y dolor a través de un comunicado, en el que hicieron llegar sus condolencias a la familia, amistades y compañeros. Mientras tanto, se aguardan avances en la causa que permitan esclarecer un crimen que, por ahora, está rodeado de incógnitas.
