Este jueves, el Gobierno de Israel denunció que Irán atacó con misiles el Hospital Soroka, el centro médico más grande del sur del país, ubicado en la ciudad de Beersheba. Aunque el ataque dejó “daños extensos”, no se reportaron víctimas fatales debido a una evacuación preventiva realizada a tiempo.
“El misil disparado hacia el Centro Médico Soroka es un acto de terrorismo que cruza una línea roja”, expresó el ministro de Salud israelí, Uriel Buso, quien además calificó el hecho como “un crimen de guerra por parte del régimen iraní”, al acusar que el blanco del ataque fue deliberadamente civil y médico.
El vocero del hospital confirmó que, pese a los daños materiales, todo el personal y los pacientes fueron evacuados a tiempo. “Gracias a las acciones inmediatas que tomamos, se evitó una gran catástrofe”, añadió Buso. También instó a la ciudadanía a seguir las instrucciones del Comando del Frente Interno, ya que “eso salva vidas”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que se identificaron múltiples impactos de misiles en diferentes puntos del país, uno de los cuales golpeó directamente al Hospital Soroka.
Mientras se producía el bombardeo iraní, Israel atacaba instalaciones nucleares en Irán, específicamente el reactor de agua pesada en Arak, según confirmó la televisión estatal iraní.
La operación fue ejecutada por 40 aviones de combate que lanzaron más de 100 municiones sobre distintos objetivos. Según un vocero de la Fuerza Aérea israelí, el ataque inutilizó el componente destinado a la producción de plutonio, evitando que pueda reutilizarse con fines militares.




