
Durante su participación en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, lanzó una advertencia que resonó en los principales centros de poder del mundo: los actuales conflictos en Ucrania, Medio Oriente e Irán podrían escalar hacia una Tercera Guerra Mundial si no se avanza hacia una solución diplomática.
Putin aseguró que el mundo atraviesa “un momento de enorme tensión” y citó específicamente la guerra entre Rusia y Ucrania, así como el reciente incremento de hostilidades entre Israel e Irán. En ese sentido, expresó su preocupación por el ataque israelí a instalaciones nucleares iraníes, donde también trabajan técnicos rusos, y pidió garantías para su protección.
Si bien defendió la postura rusa en Ucrania, aludiendo a que “rusos y ucranianos somos un solo pueblo”, también llamó al diálogo como única vía posible para evitar una catástrofe global. “No se trata de rendiciones ni imposiciones, sino de reconocer la realidad y trabajar por la paz”, afirmó el mandatario.
El líder del Kremlin insistió en que Rusia no busca escalar el conflicto, pero advirtió que las provocaciones internacionales podrían derivar en un escenario fuera de control. “El riesgo existe y es real. Es nuestra responsabilidad evitarlo”, concluyó.
Las palabras de Putin llegan en un momento de extrema tensión geopolítica, con múltiples frentes de conflicto abiertos y un clima de creciente incertidumbre internacional.