La Corte Suprema de Justicia dejó firme una condena de 30 años de cárcel contra un pastor evangélico acusado de cometer delitos sexuales contra una adolescente de la localidad bonaerense de Tapalqué. El caso conmocionó a la comunidad y la provincia: implicó delitos de abuso sexual agravado, privación ilegítima de la libertad y actos de extrema violencia física y psicólogica.
El hombre condenado se llama Jorge Antonio Torres: durante años fue parte de una comunidad religiosa y usó su posición como referente espiritual para acercarse a la víctima. Según se reconstruyó en la extensa investigación, el hombre comenzó a relacionarse con la joven en 2011, cuando los dos iban a reuniones de los Testigos de Jehová.
Tras ganarse la confianza de la joven, que en ese entonces tenía 18 años, comenzó a ejercer un poder coercitivo sobre ella que terminó en su secuestro y sometimiento sexual sistemático. Según se informó, los hechos empezaron en diciembre de ese año y se extendieron por más de dos años hasta que la víctima pudo escapar.
Durante esos años la joven fue secuestrada en una casa ubicada sobre la calle Marmisolle al 200, en Tapalqué. Los delitos que el condenado cometió incluyeron la obligación de mantener relaciones sexuales con animales y el ser entregada a terceros para ser abusada.
El juicio se realizó en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de Azul, que en su momento condenó a Torres por los delitos "abuso sexual agravado por acceso carnal, privación ilegítima de la libertad agravada, corrupción de menores, lesiones y tenencia de estupefacientes". La pena fue revisada por la Sala III del Tribunal de Casación de la provincia de Buenas Aires, que confirmó parcialmente la sentencia pero envió el expediente al tribunal de origen para que fijara una nueva pena. En esta instancia, el Tribunal de Azul dictó la condena a 30 años.
