Luego de alcanzar un alto el fuego con Irán, el gobierno de Benjamin Netanyahu evalúa relanzar los Acuerdos de Abraham, un conjunto de tratados diplomáticos que buscan la normalización de relaciones entre Israel y países árabes. Así lo confirmó el asesor de Seguridad Nacional israelí, Tzaji Hanegbi, quien mencionó a Siria y al Líbano como posibles nuevos firmantes.
Estos acuerdos, impulsados por Estados Unidos en 2020 durante la presidencia de Donald Trump, marcaron un giro histórico en Medio Oriente al lograr que países como Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán y Marruecos establecieran vínculos diplomáticos formales con Israel. Sin embargo, el proceso se frenó abruptamente tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 y el inicio de la guerra en Gaza.
La reanudación de este camino diplomático se enmarca en una estrategia israelí para reforzar su posición geopolítica en la región. En este nuevo escenario, Siria representa una oportunidad debido a la caída del régimen de Bashar al-Assad y el acercamiento a Estados Unidos. En cambio, Líbano presenta mayores dificultades, con la presencia e influencia de Hezbolá como factor de tensión.
En paralelo, crecen las protestas dentro de Israel, donde miles de manifestantes reclaman el fin de la guerra en Gaza y la liberación de todos los rehenes. Pese a ello, Netanyahu apuesta por la diplomacia regional como vía para estabilizar su gobierno y proyectar una imagen de liderazgo internacional.
Los ojos del mundo vuelven a estar puestos en Medio Oriente, donde la posibilidad de reactivar los Acuerdos de Abraham podría redefinir alianzas históricas y abrir un nuevo capítulo en el complejo entramado político de la región
