“Vinimos a combatir la casta” y “la casta tiene miedo” fueron y son las banderas libertarias por excelencia. Ahora bien, realmente ¿Todos los funcionarios libertarios piensan lo mismo? O para algunos, es sólo un slogan más de los tantos que nos ha ofrecido y nos ofrece la política en general.
Está claro que no todos militan con la misma convicción, ni ingresan a los partidos políticos para que la política sea una verdadera herramienta de transformación. No todos tienen reales intenciones de renunciar a los privilegios de la casta y respetar los lineamientos de su propio partido político.
No sé necesita ir muy lejos para ver que muchos no están dispuestos a renunciar a nada. Cómo caso testigo, podemos mirar a uno de los funcionarios del Ministerio de Economía, en donde el Subsecretario Legal, Alejandro Speroni ha montado una pyme familiar en diferentes estamentos del estado desoyendo los lineamientos del gobierno que dice representar.
Sin ir más lejos, su esposa Eugenia Digheros está a cargo de la Jefatura de Anses en Tapalqué, ciudad de la que es oriundo el mismísimo Speroni.
Pero no queda ahí, ya que la utilización de los privilegios de la casta, parecen no darle pudor al funcionario libertario. Luego de lograr el nombramiento de su mujer, decidió incorporar a la pyme del Estado a su nuera. Daniela Puma, fue nombrada gracias a Speroni como Jefa de PAMI en la ciudad de 25 de mayo.
Y, como la ambición fue más fuerte que sus convicciones, Speroni fue por más. Decidió nombrar a Beatriz Peláez, amiga íntima del matrimonio, a cargo de la Jefatura de PAMI de Tapalqué.
¿Están al tanto los funcionarios más cercanos del Presidente de esta pyme con recursos del Estado? ¿Acaso deberá llegar a oídos del propio Milei para que se tomen medidas? ¿Podrá ser un caso similar al de la Senadora Jujeña que puso de asesores a toda su familia y los tuvo que despedir por orden del propio Presidente?
Por el momento, la pyme familiar sigue funcionando sin inconveniente alguno, sin que nadie haya alertado nada porque, claramente, algunos funcionarios libertarios no tienen ni pudor y mucho menos miedo.
