
Después del agitado debate por la emergencia pediátrica, la oposición logró avanzar con el proyecto de ley de financiamiento universitario. Con 49 firmas sobre 77, el plenario de las comisiones de Educación y de Presupuesto y Hacienda pasó a la firma el dictamen que impulsa un refuerzo presupuestario para el sistema universitario público, presentado por rectores, docentes y estudiantes.
El despacho mayoritario contó con el respaldo de Unión por la Patria (34 firmas), Encuentro Federal (4), Democracia para Siempre (6), la Coalición Cívica (2) e Innovación Federal (3). Entre los firmantes estuvieron los misioneros Carlos Fernández y Yamila Ruíz, y la salteña Pamela Calletti.
El proyecto llegó al plenario de las comisiones de Educación y Presupuesto luego de alcanzar 161 votos a favor y 68 en contra en la última sesión. Ahora, el objetivo es tratarlo en el recinto durante la última semana de julio, aunque el oficialismo podría postergar su tratamiento.
Entre los puntos principales, la propuesta prevé la reapertura de paritarias (interrumpidas desde octubre), fondos para gastos de funcionamiento, becas, apoyo a la ciencia y la creación de un fondo de $10.000 millones, actualizable por inflación, para promover el ingreso a carreras estratégicas. También incluye un expediente separado para recomponer salarios en los niveles educativos obligatorios, de formación docente y técnica.
En paralelo a la reunión, rectores, organizaciones estudiantiles y gremios docentes entregaron cajas con planillas de firmas de la comunidad universitaria en apoyo al proyecto. La diputada jujeña Natalia Sarapura, que no integra ninguna de las dos comisiones, adelantó que acompañará el texto. Lo mismo se espera de Julio Cobos, Fabio Quetglas y el monobloquista Mario Barletta.
Además del dictamen de mayoría, hubo otros cuatro textos. El Frente de Izquierda presentó uno propio, que incorpora partidas para salarios de cargos ad honorem, presupuesto para ciencia y técnica y fondos para las obras sociales universitarias.
La Libertad Avanza emitió un dictamen de rechazo, mientras que el radicalismo firmó dos dictámenes distintos: uno de la UCR y otro del denominado grupo conocido como los "libertarios con peluca" de la Liga del Interior. El PRO no firmó ningún despacho para evitar exponer sus internas.