Dos hermanas de 85 y 83 años fueron víctimas de un violento robo en su vivienda de calle 28 entre 54 y 55, en la zona de Parque San Martín. El ataque ocurrió de madrugada, cuando ambas dormían y fueron sorprendidas por una banda de delincuentes que actuó con frialdad y precisión.
Todo comenzó cuando una de las mujeres se despertó y se encontró cara a cara con un hombre armado, vestido de negro y con el rostro cubierto. Le ordenó que no hablara, mientras su hermana seguía acostada, sin comprender aún la gravedad de la situación.
Instantes después, aparecieron tres ladrones más, con el mismo atuendo. Inmovilizaron a las jubiladas, les cubrieron los rostros con un pulóver y comenzaron a exigirles que entregaran los dólares. A pesar de que ellas aseguraron no tenerlos, los delincuentes no se detuvieron.
Durante al menos 40 minutos, los cuatro asaltantes recorrieron toda la casa en busca de dinero y objetos de valor. Dieron vuelta muebles, revisaron cajones y hasta usaron handies, lo que hace suponer que se trataba de una banda organizada. Las víctimas, inmóviles y aterradas, solo podían esperar a que todo terminara.
Cuando los ladrones finalmente escaparon, las hermanas se sacaron el pulóver del rostro y se enfrentaron a una escena devastadora: la casa estaba completamente revuelta y muchos de sus objetos más preciados habían desaparecido.
El botín incluyó mil dólares, más de un millón de pesos en efectivo, joyas de oro, un collar de perlas y hasta una pistola antigua de colección. La banda también violentó una reja del patio trasero, una ventana y recorrió todas las habitaciones, incluso las externas.
La Policía analiza cámaras de seguridad de la zona para identificar a los responsables. Investigan si el hecho forma parte de una modalidad delictiva que tiene a los adultos mayores como blanco. Las víctimas, aunque físicamente ilesas, quedaron en estado de shock.