Un estremecedor hecho ocurrió en las afueras de la ciudad de La Plata, en la localidad de Arturo Seguí, donde hallaron el cuerpo sin vida de un nene de dos años.
El hecho tuvo lugar en un predio rural donde los padres de la víctima lo habían dejado con su abuela y hermanos de 12 y 14 años. En la tarde del domingo, su madre denunció la desaparición del menor a la Policía Bonaerense tras sostener que se había alejado de su familia cuando jugaba en el campo.
De esta manera, arrancó su búsqueda con rastrillajes a cargo de la Comisaría 7° de Abasto. Finalmente, dieron con su cadáver a unos 150 metros de la casa en una plantación de berenjenas. El nene apareció cubierto de mordeduras, presuntamente realizadas por perros, que estaban desparramadas en todo su cuerpo, principalmente en el torso y en la cabeza.
En este sentido, se tomaron muestras de ADN de varios animales y algunos fueron aprehendidos para realizar pericias de mandíbula. Asimismo, se imputó a un vecino de la familia, dueño de varios perros, entre ellos, un pitbull.
El caso quedó a cargo del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, con la UFI N°16 de La Plata y también interviene el Juzgado de Garantías N°6, a cargo de Agustín Crispo.

En el marco del hallazgo, ya se ordenó la realización de la autopsia para avanzar con la investigación por la causa del deceso, ya que la Policía Científica no determinó a simple vista una lesión que le haya causado la muerte.
Sin embargo, algunas fuentes señalaron que el cuerpo también estaba desnudo, lo que levanta sospechas sobre cómo pudo haber terminado así y complejiza la investigación que, de determinarse la responsabilidad del vecino por un acto cometido por sus animales, podría acabar con un homicidio culposo.




