En el marco de la investigación sobre el crimen de Pablo Mieres, el principal sospechoso, Nicolás Damián Arévalos, recibió prisión preventiva por orden del fiscal Gonzalo Petit Bosnic.
Si bien él había negado estar involucrado en el homicidio del funcionario universitario, las pruebas lo mantienen en un lugar comprometido. Los registros audiovisuales y demás muestras recolectadas por los peritos siguen sugiriendo cierta responsabilidad para los magistrados y se decidió mantener la medida cautelar en su contra.
En tanto, se investiga una autoría doble, uno de los sospechosos aún no ha sido identificado y, por otro lado, Arévalos continúa en el centro de la investigación.
En las cámaras de seguridad se reconoció al implicado junto al otro sujeto en el horario en que presuntamente ocurrió la violenta agresión que terminó con la vida de Mieres. La otra persona es intensamente buscada por las autoridades para determinar su grado de participación en lo ocurrido.
Cabe recordar que el secretario de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y estudiante de la misma casa de estudios fue hallado sin signos vitales en su domicilio ubicada en 115 entre 46 y 47. Su cuerpo presentaba marcas de golpes y la autopsia determinó que había sido asfixiado hasta la muerte.
El caso estremeció a toda la ciudad y se realizaron varias manifestaciones para exigir que se esclarezca el caso. Familiares y ex compañeros de su trabajo se concentraron en la intersección de la avenida 1 y calle 47 para "visibilizar el pedido con carteles, volantes, velas y antorchas".
En este sentido, exigieron que la investigación avance para poder identificar al segundo implicado y determinar culpabilidades por el deceso. Arévalo y esta otra persona habrían sido las dos últimas caras que el funcionario había visto en la estación de trenes antes de que los tres se dirijan al domicilio de Mieres.