En una jornada cargada de emoción, tristeza e indignación, familiares, compañeros de trabajo y allegados despidieron con profundo pesar a Víctor Marcelo Herrera, el joven trabajador del área de limpieza del Hospital de Niños Sor María Ludovica que perdió la vida en un trágico siniestro vial el pasado miércoles.
Víctor tenía 26 años y era muy querido por toda la comunidad hospitalaria. Su muerte generó una gran conmoción entre quienes lo conocieron: compañeros, enfermeros, médicos y personal del hospital lo recordaron como un joven trabajador, amable y siempre dispuesto a ayudar. Por eso, este jueves, el cortejo fúnebre se detuvo frente al hospital donde trabajaba, para que colegas y amigos pudieran darle el último adiós.
“Te vamos a extrañar Víctor, que en paz descanses”, dijeron con lágrimas en los ojos algunos de sus compañeros, mientras colocaban flores y sostenían carteles con su rostro y la palabra "Justicia".
El hecho que terminó con la vida de Víctor ocurrió en la avenida 66 entre las calles 143 y 144, cuando circulaba en bicicleta y fue embestido por un camión. El conductor del vehículo se dio a la fuga tras el impacto, dejando al joven gravemente herido en el asfalto. A pesar de los esfuerzos médicos, Herrera falleció poco después.
El conductor fue identificado y detenido más de 24 horas después del siniestro, tras permanecer prófugo. La causa fue caratulada como homicidio culposo, y la familia exige que no quede impune.
Durante el homenaje en el hospital, no solo se despidió a Víctor: también se alzó un grito colectivo pidiendo justicia y mayor conciencia vial. La imagen del joven en su bicicleta, camino a cumplir con su jornada laboral, fue recordada como símbolo de tantos trabajadores que todos los días recorren la ciudad en condiciones de vulnerabilidad.
"Víctor era uno de nosotros, parte de esta gran familia que es el hospital. Lo vamos a recordar con cariño, pero también con el compromiso de pedir que se haga justicia", expresó una compañera de trabajo visiblemente conmovida.
En medio del dolor, queda el recuerdo de un joven trabajador que dejó huella en su entorno, y la firme exigencia de que su muerte no sea en vano.
