Julieta Prandi y Emmanuel Ortega vivieron un desagradable momento tras la premiación de los Martín Fierro de Radio. La modelo estaba nominada en el rubro labor conducción femenina FM por su trabajo en La 100, pero un detalle se robó su protagonismo de la noche.
Ella y su pareja llegaron tarde para ubicarse en las mesas para los invitados y se quedaron sin lugar. Rápidamente, los fotógrafos la capturaron parada a un costado de donde los demás invitados se reunían para disfrutar de la gala y se dijo que ordenó algo insólito.
Varias versiones periodísticas sostuvieron que la modelo se quejó con los organizadores del evento, que tuvieron que sacar a dos personas de su mesa para que ella y el cantante se sentaran. "¡Uy, la cara de ella! Está indignada", dijo un panelista de Mujeres Argentinas.
La noticia se replicó en varios portales y llegó hasta la propia Prandi. Enfurecida, realizó un fuerte descargo en la plataforma X.
"¿De verdad tengo que desmentir un disparate que nunca sucedió? Con qué cara andan diciendo y repitiendo sin siquiera chequear. Me da hasta fiaca tener que explicar algo que jamás sucedió. Pero tampoco voy a permitir que digan que el cielo es verde…", escribió, sin esconder su descontento.
Luego, explicó que llegó con su pareja "algo demorados por el tránsito y las notas en la alfombra roja, entramos al salón y nos llevaron a nuestra mesa, la de La 100. Al llegar estaba completa, por error. Nos pidieron que aguardásemos unos minutos y eso hicimos".
Respecto al momento en que se la vio apartarse en una esquina, aclaró que "nos pusimos a un costado para no interferir en el plano de cámaras, sin ningún problema, mucho menos, con la necesidad de alzar la voz. Había sido una confusión que se resolvió en minutos. Nos vinieron a buscar para sentarnos en nuestros lugares, fin. Desde ayer no paro de leer mentiras".
"No sólo me enoja, sino que me sorprende", se desahogó. La modelo así dejó en claro que lo que tildaron de una cara de pocos amigos con sus compañeros de terna no fue más que una mala interpretación del momento y que nunca se ofendió cuando vio la mesa llena ni mandó a sacar a quienes ya estaban sentados.