Aunque parezca exagerado, hay zonas en las que la lógica del delito parece haber encontrado su punto de concentración. En el caso de La Plata, hay un sector que, en los últimos tiempos, se transformó en un verdadero epicentro del robo de vehículos. Nos referimos a la conocida Megatoma de Los Hornos, un sitio que actúa como centro de recepción y ocultamiento de motos y autos robados en distintos puntos de la ciudad.
Ubicado en el corazón de un asentamiento que se ha expandido sin control entre las calles 76 y 90, desde la 141 hasta la 155, este espacio se ha consolidado como un territorio dominado por redes delictivas que operan con impunidad. Allí se cruzan historias de robos, encubrimientos y actividades ilegales.
No importa si el ilícito ocurre en City Bell, Tolosa, el centro o Villa Elvira, muchas veces, el destino final de lo sustraído es el mismo. Si llega a aparecer, suele hacerlo en alguno de los rincones de este predio tomado, donde las organizaciones criminales encuentran el entorno perfecto para operar.
Con pasillos laberínticos, construcciones precarias convertidas en centros de operaciones y una lógica territorial impuesta por grupos bien estructurados, la Megatoma se comporta como un mercado negro a cielo abierto.
