Las mascotas casi siempre se convierten en los amigos más incondicionales y los recuerdos sobre sus primeros años de vida compartidos en familia se atesoran en un lugar especial del corazón.
Un usuario de X contó cómo fue su historia con un cachorrito adoptado y lo hizo de la forma más enternecedora posible: compartió el antes y después del animal y causó furor por la transformación.
Su experiencia fue publicada a propósito de una opinión muy firme sobre la compra de mascotas en detrimento de la adopción de gatos y perros que se encuentran en situaciones más vulnerables. La persona había cuestionado a quienes "dicen 'compro al perro porque para adoptar tenes mil requisitos"; para el usuario es tan simple como lo siguiente: "vas a la calle, ves un perro muy flaco, lo metes a tu casa y ya tenés un perro".
A raíz de ello, le respondieron: "vas al colegio, avisan que dejaron una caja con perros, llamás a tu casa y te dicen que ni se te ocurra traer a ese perro; se te ocurre traer a ese perro. ¡Ahora tenés un perro!".
Junto a la anécdota, compartió el cambio físico de su amigo canino. En una de las fotos, se lo ve cuando era chico, con una mirada juguetona e inocente, pero humilde. En la otra, ya tomó confianza y está tirado cómodamente en el sillón de su casa.
"Qué lindo el perrito de la primera foto. ¿Quién es el de la segunda?", bromeó alguien sobre lo irreconocible que lucía el cachorro. "Es medio tonto, pero creo que eso es una cosa de galgos", le siguió el usuario.
Otra persona compartió una anécdota similar que le llevó a adoptar un gato: "vas a la carnicería a comprar bondiola, la hija del carnicero te ofrece gatitos, le mostrás a tu mamá y se la llevan, le ponés de nombre Bondiola y listo".
La evolución de Bondiola también sorprendió y enterneció a todos, ya que mostraron cómo cambió desde que era una bebé hasta que creció y se convirtió en la gata adulta que juega entre las sábanas de sus dueños.