En su visita al ciclo Otro día perdido, Darío Barassi se prestó al juego que le propuso Mario Pergolini: repasar los memes y stickers más populares que lo tienen como protagonista. Entre risas, el conductor de 100 argentinos dicen recordó cómo surgieron esas imágenes que circulan a diario en redes y que, según confesó, no siempre sabe manejar. “Soy muy malo con los gifs, soy más del audio. Puedo mandar uno de ocho minutos, pero si me contestan con un gif mío, me quiero morir”, bromeó.
Uno de los momentos más divertidos llegó cuando Barassi mostró un sticker en el que aparece simulando ser la famosa "estrella culona” del Conicet. “Es igual a mí. Yo tengo muy buen culo". Otro meme que recordó fue el del “carpincho”, inspirado en una anécdota real. Según contó, dicho animal entró a su casa mientras rezaba con su hija. “Me asusté mucho. Tienen unos dientes bestiales”, contó.
El repaso incluyó también el famoso “Raro”, una expresión que se transformó en un pedido frecuente de los fans en la calle. “Yo hago cualquier cosa por un besito y un ‘te quiero’”, dijo con ironía. Esa y otras muletillas surgieron durante su debut como conductor en 100 argentinos dicen, en plena pandemia, cuando, según confesó, no estaba seguro de ser la elección correcta para el puesto.
Formado como actor y abogado, Barassi descubrió que la conducción le ofrecía un espacio para la improvisación y la conexión directa con el público. “Esas frases y gestos se convirtieron en códigos del programa, como pasaba cuando actuaba en una serie”, explicó. El resultado fue una rápida empatía con la audiencia y un reconocimiento que, admitió, lo sorprendió gratamente.
“Con la conducción me siento más cómodo que como actor y mucho más que como abogado”, aseguró. El conductor destacó que el formato de entretenimiento le permite explotar su costado desprolijo y espontáneo, algo que, reconoce, puede ser un riesgo pero también parte de su encanto.
Fiel a su estilo, Barassi no esquivó las bromas subidas de tono ni los chistes autorreferenciales. “Soy desprolijo siempre, hago chistes que a veces no mido, pero este formato me contiene y ahí funciono bien”, afirmó.
Entre anécdotas y risas, la charla dejó en claro que Barassi ha sabido capitalizar su carisma y sus ocurrencias en una marca personal que traspasa la pantalla. Y que, más allá de su carrera actoral o jurídica, su figura seguirá apareciendo en los chats y redes sociales de miles de argentinos.





