El usuario @TauroMotoVlog compartió una reflexión sobre su experiencia como repartidor y generó miles de reacciones en redes. El video, que superó las 71,5 mil reproducciones, reunió más de 700 comentarios, y despertó una acalorada discusión sobre si la propina es una obligación o un gesto voluntario.
En su publicación, el tiktoker contó una situación que vive con frecuencia en su trabajo: “Cuando me pagan así con tanto cambio, y me pagan justo, es cuando uno se da cuenta que la persona llegó justo a comprar lo que quería. Uno nunca se enoja si no le dan propina, pero cuando está justito hasta con los pesos, se re nota que la persona no llegaba, no es de mala voluntad”.
Sus palabras encendieron un intercambio de opiniones que se extendió por cientos de mensajes. “Hay que terminar con la obligación de la propina” fue uno de los comentarios más apoyados, al que se sumaron otros usuarios recordando que en países como Japón es de mala educación dejarla.
Otros señalaron que la propina debería ser un gesto voluntario y no impuesto. “Yo siempre doy propina, no porque me sienta obligado, sino porque quiero”, expresó un usuario. Sin embargo, no faltaron quienes cuestionaron su reparto en algunos rubros. “Cuando fui mesera tenía que compartir mi propina con cocina, cajera y encargada. Yo atendía las mesas mientras la cajera charlaba con el dueño”, recordó una joven.
También hubo testimonios de quienes aseguran que muchas veces los clientes simplemente no pueden dejar algo extra. “Algunas mesas de 20 personas bien adineradas no te dejaban ni 500 pesos”, comentó una usuaria. Otros aprovecharon para aclarar malentendidos: “Los 2500 del envío los cobra el local o la app, no es para el repartidor”.
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En el debate, no faltaron cruces. “Quieren normalizar la propina”, escribió un internauta, a lo que otro respondió: “En Argentina ya está normalizada. No hay que regalar nada, pero a veces hay que ponerse en el lugar de la otra persona”. Sin embargo, otros usuarios empatizaron con la situación:“Yo pago justo porque con mi hermana ahorramos para darnos un gustito a fin de mes de comer hamburguesa, y llegamos justito”.
La conversación derivó incluso a otros oficios: “Cuando vas a cargar nafta, ¿le dejás propina al playero?”. Y, entre bromas y quejas, el hilo continuó creciendo con posturas divididas entre los que opinan que la propina es parte de la cultura local, y los que piensan que no es una obligación