En la provincia de Buenos Aires, la difícil situación económica se refleja en el aumento sostenido de despidos, suspensiones y cierres de fábricas, especialmente en la industria y la construcción.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, denunció que desde la asunción del presidente Javier Milei, 13 multinacionales, en su mayoría estadounidenses, abandonaron el país, agravando la crisis laboral.
“Se esperaba que un gobierno de derecha estabilizara la economía y atraiga inversiones, pero sucede todo lo contrario”, sostuvo Bianco durante una conferencia de prensa. El funcionario explicó que la competencia con productos importados, las altas tasas de interés y un dólar retrasado complican la situación de las empresas locales, que reducen personal o cierran sus puertas.
Entre las fábricas afectadas se encuentran la multinacional Kimberly Clark Pilar, que despidió a 200 empleados tras cerrar su planta, y Kenvue, ex Johnson & Johnson, que recortó 130 puestos y optó por importar desde Brasil.
En el conurbano, también cerraron sus puertas el frigorífico Devesa en Pilar, con 40 despidos; Bridgestone en Llavallol, que redujo su plantilla en 500 operarios; y la histórica planta de Dánica, que bajó sus persianas a comienzos de año. Además, la gráfica Morvillo, en Avellaneda, se declaró en quiebra dejando 200 trabajadores en la calle.
La crisis también se extiende al interior provincial. La emblemática textil Textilana S.A., de Mar del Plata, despidió a 150 empleados y redujo su producción en un 20%. En la misma ciudad, el frigorífico Sur Trade dejó cesantes a más de 200 trabajadores, y San Telmo redujo su personal a la mitad, manteniendo la faena paralizada.
El panorama laboral se presenta complejo, y desde la Provincia se advierte que la continuidad de esta situación podría profundizar la caída del empleo y el cierre de industrias en la región.