Los niveles de contaminación que alcanzó la sociedad en la actualidad nos lleva a preocuparnos cada vez más por aspectos de la vida cotidiana que nos pueden exponer a compuestos dañinos para la salud.
Una de las preocupaciones que gana cada vez más voceros es la cuestión de los microplásticos. Se trata de un concepto que se popularizó hace pocos años y que aún requiere de difundir información y educar al respecto. En este sentido, un especialista explicó qué son y por qué hoy son un problema los microplásticos. "Los ingerimos y no lo sabemos", dijo Juan Ayoroa.
El contacto de la humanidad con los productos derivados del petróleo ya tiene una larga trayectoria, pero, en los últimos años se ha descubierto que, debido a la cultura del desecho y el tiempo que éstos tardan en degradarse, se han ido acumulando en el planeta. "Son partículas muy pequeñas de plásticos, de menos de 5 milímetros de diámetro", explicó.
Ayoroa mencionó algunos de los orígenes más cotidianos de los microplásticos, como los paquetes de galletitas o las botellas de bebidas envasadas. Todos estos productos son diseñados para ser usados una sola vez y ser descartados posteriormente. "Estos elementos quedan a la intemperie o prendidos fuego en basurales, lo que generan estas partículas diminutas de plásticos".
"Hay un dato alarmante que a todos nos tendría que alertar: hay información que sugiere que las personas ingerimos aproximadamente cinco gramos de plásticos por semana, ya sea respirando, con el agua o en la comida. Esto equivale a una tarjeta de débito o crédito por semana", sostuvo.
¿Qué se puede hacer para evitar contribuir a la circulación de microplásticos?
En este contexto, es importante recordar que, como sociedad, cada persona puede aportar su granito de arena adoptando pequeños comportamientos cotidianos para evitar que los plásticos de un solo uso se sigan diseminando por el mundo.
"Podemos hacer las botellas de amor", propuso Ayoroa. Esta práctica "consiste en llenar botellas con envoltorios plásticos de lo que sea" con la finalidad de compactarlos y acercarlos, luego, a un centro de reciclado.
En La Plata, hay varios de estos puntos distribuidos en distintas zonas de la ciudad. Uno de ellos se encuentra en calle 15a entre 473 y 473 bis. También se pueden acercar a las facultades de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para que sean tratados correspondientemente.
