El humorista Freddy Villarrealvisitó el programa “Otro día perdido” de Mario Pergolini y repasó episodios donde asegura haber estado en riesgo de perder la vida. Entre ellas, contó el momento en que fue apuntado con una pistola en la cabeza hasta la internación por un tumor que casi lo mata: “Muchas veces estuve al borde de la muerte”,
Al hablar de los cambios físicos que notó con el paso del tiempo, reconoció que empezó a entrenar “más de grande” después de varios sustos: “Cuando empecé el gimnasio lo primero que desarrollé fue envidia, porque no puedo creer la gente tan inflada. Pero nos cuesta la masa muscular a la gente grande”.
Pergolini le recordó entonces un serio problema de salud que tuvo. “Tuve un tumor, estuve en terapia intensiva, un mes conectado por todos lados. Pero antes de eso ya me había pasado otra que fue peor”, contestó Freddy.
Fue ahí cuando sorprendió con una anécdota brutal: “En una nota me pusieron una pistola en la cabeza. De verdad, de verdad. Sentí el fresquito del hierro. Me gatilló... pero era antes del seguro, por suerte”, relató. Y agregó que todo ocurrió por una cámara oculta que él mismo grababa, disfrazado y “rompiendo las bolas” en un edificio.
“Me estaba haciendo el delincuente para asustar a un portero, pero el hijo del tipo vio algo por el celular, pensó que lo estaban por afanar al padre y me cayó con un chumbo”, y continuó “Cuando le dije para quién era, me quiso matar en serio”.
Luego, recordó otra experiencia límite ligada al tumor intestinal que casi lo lleva: “Yo soy creyente. Negocié con Dios. Le dije ‘me faltan cosas para hacer, ¿por qué me venís a buscar ahora?’”. Según contó, incluso pedía que lo grabaran conectado en terapia porque estaba escribiendo una película y quería usar eso como parte de una escena.
“Fue una experiencia adorablemente detestable”, concluyó Villarreal. “Detestable por el sufrimiento. Adorable porque me iba con los sueros a ver a otros internados para hacerlos reír. Esa era mi gimnasia”.