En medio de un presente laboral lleno de proyectos y mientras transita una etapa personal marcada por decisiones importantes, como el inicio del tratamiento de criopreservación de óvulos, Laurita Fernández encontró en su perra Miel un refugio emocional durante una tarde de tormenta en Buenos Aires. La actriz y conductora compartió en sus redes sociales una serie de imágenes que reflejan el profundo vínculo que la une a su mascota, demostrando que, a veces, el consuelo más sincero viene del amor animal.
En la primera postal, se la ve en su casa abrazando a Miel, quien apoya con ternura su hocico sobre la remera negra de Laurita. “Chicos, la manito… Voy a morir de amor”, escribió junto a la imagen, acompañada por un emoji de nube y lluvia. A pesar del mal tiempo que se vivía afuera, puertas adentro se respiraba tranquilidad, gracias a la compañía incondicional de su perra.
La secuencia continuó con otra imagen, igual de íntima. En ella, Miel había cambiado de posición pero seguía junto a Laurita, que bromeó: “Cambio de posición y yo... inmóvil para no joderla”. Con humor, agregó que la presencia de su perra fue suficiente para impedirle salir a comprar facturas en su día libre y lluvioso. Esa escena, tan cotidiana como afectiva, dejó ver cuánto espacio ocupa Miel en su vida diaria.
Ya entrada la tarde, mientras preparaba un baño, Laurita capturó un nuevo momento: Miel, fiel como siempre, estaba echada sobre la alfombra junto a la bañera. “Bueno, hablemos de pegote...”, comentó divertida. Así, entre charlas con sus seguidores y caricias a su perra, Laurita convirtió una jornada gris en una muestra genuina del amor que sólo los animales pueden brindar.