Una particular casa habita en La Plata, en calle 68 entre 9 y 10, dentro de la zona más histórica de la ciudad, y como todo lo que recuerda la vida en tiempos antiguos con diseños arquitectónicos más intrincados, hoy todavía despierta memorias y recuerdos algo borrosos.
Su fachada, con un característico umbral de arco que imita las curvas que coronan dos ventanas, es humilde pero llamativo. Aún se conserva con todos sus ladrillos expuestos a la intemperie y todavía se gana algunas miradas de quienes pasan por allí.
Durante el paso de los años, el lugar supo alojar todo tipo de actividades, entre comerciales y religiosas.
"Hubo panadería, después una iglesia y, si no me equivoco, ahora hay un restaurante", recordó una mujer cuando su memoria reaccionó a la foto que un vecino colgó en Facebook para intentar reconstruir la historia colectivamente.
Muchos coincidieron en las distintas vidas que tuvo la casa, pero lo que más recordaron fue, por lejos, a los panaderos que se ganaron el corazón del barrio ganándose, primero, su estómago. "Ahí compraba mi familia las tortas y masas dulces en mis cumpleaños en los años 50s y 60s. Eran una delicia", aseguró alguien.
"Mi abuela me compraba al salir del colegio una medialuna a 25 centavos", llegó a recordar otra persona. Al parecer, la desaparecida panadería y confitería Los Molinos, de unos tales Luisa y Joaquín, también "hacía unos imperiales espectaculares" y hasta tortas de cumpleaños "con muñequitos articulados" para sorprender a los chicos de las familias del barrio.
Pero cuando acabó el negocio de los sabores, el lugar cobró una nueva impronta y alojó a un templo evangelista. "Misión de Fe" fue su nueva identidad, que permanece en la historia de la ciudad, pero algo opacada por los bizcochitos.
Sin embargo, los fantasmas que rodean a la construcción son más. Hubo quien dijo recordar que funcionó, en algún momento de la década del 90, un supermercado y quien aseguró que "hasta no hace mucho era una herrería".
Lo cierto es que hoy la casa es, más que una construcción antigua, un hogar para los recuerdos.
