La ciudad de La Plata se erigió sobre un cúmulo de misterios y datos fascinantes que amalgaman cierta lógica numérica, esotérica y llena de claroscuros. Espacios que confrontan el arte y la arquitectura, coincidencias fascinantes entre la ubicación de estatuas e instituciones y símbolos intrigantes son algunos de las sorpresas develadas en el diseño de la capital bonaerense.
Sin embargo, un detalle que puede resultar algo terrorífico se puede encontrar en una de las escaleras que originalmente fueron instaladas en el Parque Saavedra, hoy en renovación. El mármol con que fueron construidas lleva grabados los nombres de personas que fallecieron hace mucho tiempo.
El inquietante hallazgo fue descubierto por la persona detrás de la cuenta de Facebook Misterios de la ciudad de La Plata "durante una inspección del Parque Hipólito Frangi, más conocido como 'sector cerrado del Parque Saavedra'". Entusiasmado con semejante descubrimiento, compartió el dato mediante las redes sociales.
También tomó algunas imágenes que evidencian que los escalones fueron construidos con restos de antiguas lápidas del cementerio. ¿Será algún tipo de mensaje de los fundadores de la ciudad o simplemente una forma de economizar material?
Las demás personas de la red social expresaron sorpresa y curiosidad alrededor del detalle y especularon acerca de los motivos para incluir los trozos que homenajearon a quienes dejaron este mundo a principios del siglo pasado. Entre teorías masónicas y críticas a la destrucción de las placas, un usuario dio en el clavo con un dato fascinante.
"La reutilización era muy normal [en la época]. En plazas de Buenos Aires que fueron cementerios es bastante común", explicó. Coincidentemente, tiempo atrás descubrieron que las baldosas que fueron puestas en el contorno del Museo Histórico Sarmiento, en la capital federal, también pertenecían a cementerios de la región. Los octógonos de mármol todavía conservaban mensajes de despedida y fechas.
En el parque platense, la escalera fue construida para acceder a la Fuente de los Querubines. En su travesía, el investigador también notó que había indicios en una estructura que "dejarían ver la existencia de algo mayor bajo ella, similar a túneles".

"Dice la teoría que antaño se construían arcadas para preservar el curso natural de los arroyos. En la zona había una gran obra hidráulica. Con el correr del tiempo, se optó por no utilizar esta técnica ya que los arroyos quedaban debajo de las propiedades privadas y los entubados se trasladaron abajo de las obras públicas", aportó una de las personas que observó el hallazgo y se afirmó que "debajo de varías propiedades han quedado esas antiguas estructuras en desuso".
Además, hay otro dato particular sobre las estructuras que se diseñaron para el parque comprendido entre las calles 64, 68, 12 y 14.
El ingeniero que lo diseñó, Atilio Boveri, tenía pensado incluir un espacio de homenaje al profesor y poeta Pedro Bonifacio Palacios, al científico Florentino Ameghino y a San Francisco de Asis. Sin embargo, su anhelo nunca llegó a concretarse.





