Javier Saenz tiene 43 años, es de Los Hornos, y trabaja de casero. A lo largo de su vida estuvo en 7 casas y se convirtió en un todoterreno que aprendió a hacer trabajos de electricidad, pintura, mantenimiento, limpieza y césped, siempre según las necesidades de quienes lo contratan. “Normalmente como casero aprendés a hacer un poco de todo, nunca sabés qué te va a tocar”, asegura.
Menciona que una de sus experiencias más largas fue en una casaquinta, donde durante dos años y medio cuidó de una pareja de ancianos de más de 70 años. Además de acompañarlos en el día a día, se hizo cargo de nada menos que 14 perros: “Muchos eran viejitos, y había que estar muy atento”.
También, Su rol lo llevó también a resolver emergencias fuera de horario como arreglos eléctricos, goteras repentinas o situaciones inesperadas que requerían de sus habilidades. “La más rara fue cuando me llamaron un domingo para enterrar un perro”, recuerda una de las situaciones más insólitas por las que ha tenido que volver al trabajo de urgencia.
Comenta que en esta serie de episodios aprendió a dejar de lado cuestiones personales para atender urgencias. “A veces sacrificás tu tiempo que por ahí usaba para mí. Pero no me importaba porque me parecía que valía la pena darles una mano” afirma.
La convivencia diaria le permitió generar vínculos muy estrechos. “Ni los hijos que tuvieran los trataban como yo los trataba”, dice Javier con orgullo. El afecto se tradujo en gestos concretos: le regalaron electrodomésticos que necesitaba y hasta le prestaron una casa en Córdoba para que pudiera descansar unos días.
Sin embargo, también hubo momentos de enredos y pequeñas frustraciones. Javier comenta que a menudo se presentaba una molesta situación cuando tenía que hacer arreglos y necesitaba de sus herramientas: “Es como vivir en tu casa, pero nunca encontrás nada en donde lo dejaste”.
Lo que más destaca del oficio no es tanto la destreza en las manos, sino lo humano: “Muchas veces me buscaban más para charlar. En algún punto ellos se sentían abandonados y yo los contenía”, asegura.
Hoy, Javier sigue eligiendo por este oficio y, con la seguridad que brinda alguien que tiene expertisse en todas las áreas referidas al mantenimiento de una casa, busca trabajo como casero. Con la misma dedicación, pone a disposición su contacto (2216229165) para quienes quieran confiarle el cuidado de su casa para poder seguir realizando el trabajo que más lo llena.




