En medio de una nueva polémica generada por declaraciones recientes de Flor Vigna, su ex pareja Luciano Castro y la actriz Griselda Siciliani, actual compañera del actor, eligieron responder con cautela y evitar confrontaciones públicas.
La situación se encendió días atrás cuando Vigna, durante un encuentro con el influencer Martín Cirio, reveló: “Luciano me llamó cuando estaba en España. ¡Está re loco! ¡Viví un infierno! No te voy a contar todo, pero sí que la pasé recontra mal”. Sus dichos generaron una ola de repercusiones, especialmente en los medios de espectáculos, que no tardaron en buscar las voces de los involucrados.
Durante una salida de la pareja, el equipo de Intrusos logró interceptar a Castro y Siciliani para conocer su punto de vista. Fieles a su estilo reservado, ambos eligieron no entrar en detalles ni alimentar la polémica.
“No hablo de la intimidad de nadie, ni de la mía ni de otras personas. Está todo bien que otros quieran hablar, veo que está bastante de moda, pero a mí no me gusta”, sostuvo la actriz con firmeza.
Castro, por su parte, fue directo pero medido: “Ella puede decir lo que quiera, no tengo nada que decir realmente”. Y agregó luego: “Cada uno puede decir lo que quiera, pero yo no hablo de la intimidad de nadie; obviamente no me gusta que se metan con Griselda ni con nadie que yo quiero”.
Ante la insistencia del cronista sobre los testimonios de otras exparejas del actor, como Sabrina Rojas, quien también habló de momentos difíciles en su relación con Castro, Siciliani se mantuvo en su postura, pero deslizó una reflexión importante: “Respetemos lo que dice cada mujer. Si una mujer dice que vivió infiernos, seguramente los vivió, esa es mi opinión. Si ella dice eso... por algo será. Después, cada uno habla de lo que quiere”.
Sin entrar en escándalos ni desmentidas públicas, la pareja optó por la mesura y el respeto, cerrando un capítulo más de una historia que algunos buscan seguir escribiendo, pero que ellos claramente prefieren dejar atrás.