La ciudad de La Plata ha sido ampliamente reconocida por su trazado matemático, su diseño para facilitar la movilidad de la vida urbana y sus estilos artísticos, que hoy todavía laten en cada edificio institucional y hasta en ciertas casas antiguas de la zona céntrica.
Una parte de la capital bonaerense se convirtió en el heterogéneo ecosistema donde habitan construcciones viejas y edificios nuevos con dos paradigmas casi opuestos: mientras las primeras abrazan la cuadra con un máximo con dos pisos, los segundos escalan hacia arriba apilando varios departamentos en una economía del espacio mucho más moderna.
Más allá de los beneficios y críticas que se puedan enumerar respecto de ambos, todavía se respira en la ciudad de las diagonales cierto gusto por lo histórico. Es así que las fachadas más intrincadas forman parte de una postal que muchos buscan proteger.
"La ciudad ya no perdona aquellas casas fundacionales que fueron norma a principios de siglo", lamentó un hombre que se volcó a las redes sociales para expresar su descontento por una entrada que hoy fusiona un estilo solemne de otra época con coloridos grafitis de quienes pasaron y marcaron territorio.
"Primero las someten a pequeñas mutilaciones: un garage inexistente, unos balustres caídos y nunca repuestos, una tapiada para evitar ocupas y, cuando todo ya es inútil, aparece el cartelito de la inmobiliaria proponiendo un terreno para un horrible desarrollo inmobiliario", se descargó.
"Este frente en poco tiempo será olvido", manifestó y puso a prueba la atención de los platenses a la ciudad invitándolos a descubrir la ubicación del edificio.
Se trata de una casa que se encuentra sobre la calle 4 entre 39 y 40 y que hoy forma parte de los vestigios de la identidad antigua que dotaba la ciudad.
"Fuimos violando la belleza, cambiándola por las sosas rectilíneas construcciones de modernos pseudo arquitectos insensibles", lanzó una mujer.
Entre opiniones y recorridas por la ciudad, hubo quien aseguró que "en un tiempo más en La Plata sólo se verán edificios".
