Desde su fundación en 1882, La Plata ha sido reconocida por su diseño urbano singular, un trazado en damero atravesado por diagonales exactas que crean simetrías casi perfectas. Vista desde el aire, o en herramientas como Google Maps, la ciudad adopta una forma que muchos comparan con una estrella de ocho puntas, lo que ha alimentado durante años todo tipo de teorías y curiosidades.
El diseño, ideado por el ingeniero Pedro Benoit, fue pionero en su época y pensado para facilitar la circulación, la ventilación y el acceso equitativo a espacios verdes. Sin embargo, esta misma geometría suele desconcertar a los mapas digitales: las diagonales, las rotondas, y las múltiples intersecciones complejas muchas veces confunden a los sistemas de navegación, generando rutas erróneas o desvíos inesperados.
Puede tomarse como ejemplo cuando uno recién llega a la ciudad y al caminar por las calles y cruzarse con las diagonales puede confundirse y perder la orientación.
A más de 140 años de su fundación, La Plata sigue sorprendiendo ya que fue una ciudad planificada antes de ser construida, pensada con precisión matemática y diseñada con una visión futurista.
Este diseño, fue reconocido internacionalmente como un modelo de ciudad moderna, premiada como “Ciudad del Futuro” en la Exposición Universal de París en 1889.
Además, según dieron a conocer especialistas, se proyectaron diseñar parques como Alberti y Castelli con forma de estrella de cuatro puntas, rodeados por varias diagonales. Sin embargo, este diseño no llegó a concretarse por modificaciones posteriores en el trazado urbano
Sin dudas, este urbanismo casi matemático cumple una función estética, social y cultural: las diagonales crean puntos de convergencia, conectan espacios verdes y facilitan la circulación, mientras que la orientación precisa de calles y plazas mejora la iluminación natural y fomenta el encuentro ciudadano.