Sofía Gonet, más conocida como La Reini, sorprendió a sus seguidores al reencontrarse con Homero Pettinato tras su reciente separación. Pero el verdadero giro llegó pocos días después, cuando la influencer armó las valijas y partió hacia un destino fascinante: Egipto. Desde su llegada, compartió una experiencia cargada de historia, desierto y emociones, fiel a su estilo fresco y descontracturado.
A través de sus historias de Instagram, comenzó a relatar su travesía mostrando escenas típicas del lugar, como camellos con las pirámides de fondo. Pero el punto más emocionante fue cuando decidió entrar a la Gran Pirámide. “Obvio que entramos a la pirámide, y dejando de lado la claustrofobia y el calor, es de las experiencias más épicas que viví”, escribió, mientras registraba su paso por los angostos túneles del monumento.
En TikTok, la narración tomó un tono más distendido y divertido. “Hola, reinis. Hoy me van a acompañar a entrar a las pirámides. Yo soy virgen, nunca lo hice”, arrancó con humor. Gonet no estaba sola: la acompañaba un grupo de amigas, también debutantes en este tipo de aventura, algunas más valientes que otras. Entre risas y nervios, todas se lanzaron al desafío, dejando frases como “Tengo miedo, pero vamos igual” o “Me va a dar un ataque de pánico y cag...”.
La inflencer mosró todo: desde los imprevistos hasta sus tips para sobrevivir al calor del desierto. “Esto es un sauna. Tenés que ir así, agachada. Si tenés claustrofobia, no te recomiendo esta actividad”, dijo entre jadeos, ventilador en mano y look impecable. Incluso se permitió bromear sobre sus anteojos de sol, asegurando que prefería rayarlos antes que golpearse la cabeza en los túneles bajos de la pirámide.
Cada fragmento del viaje mezcló historia con vida cotidiana, cultura con comedia. Lejos de idealizar la experiencia, Sofía logró que sus seguidores se sintieran parte del recorrido. Con su frescura habitual, transformó una de las Siete Maravillas del Mundo en un espacio cercano, lleno de anécdotas, transpiración y mucha complicidad.
Así, Gonet convirtió su paso por Egipto en más que un simple viaje turístico: lo volvió contenido vivencial, espontáneo y auténtico. Entre risas, asombro y calor, dejó claro que se puede mostrar el mundo sin solemnidades, pero con mucho corazón. Su manera de narrar lo extraordinario la consolida como una de las voces más representativas de esta nueva forma de viajar y conectar a través de las redes.