Un comerciante de 72 años del barrio La Loma, vivió una amarga experiencia tras regresar de unas breves vacaciones en la provincia de Salta. Lo que debía ser una escapada para recargar energías terminó en un calvario al descubrir que delincuentes habían desvalijado su casa.
Es preciso mencionar que, el episodio ocurrió en una casa ubica en 33 entre 20 y 21. El hombre regresó el lunes 25 alrededor de la 1 de la madrugada y, al ingresar, notó la persiana de una ventana trasera cortada y levantada. Esa fue la primera señal de que algo andaba mal.
Al recorrer los distintos ambientes de la casa, la escena era clara: el desorden se había apoderado de cada rincón. Cajones abiertos, muebles revueltos y pertenencias tiradas en el suelo evidenciaban que los ladrones se habían tomado su tiempo para revisar cada espacio.
Entre los elementos robados, la víctima denunció la desaparición de 300.000 pesos en efectivo, las llaves de un Kia Sorento y de un Fiat Palio, dos facones, un reloj de acero, un revólver calibre 38 y un pistolón de dos caños calibre 14. Una lista que refleja la magnitud del golpe.
Durante la exposición policial en la comisaría cuarta, los oficiales le consultaron al comerciante por la documentación de las armas sustraídas. Fue entonces cuando recordó otro episodio que lo marcó profundamente: en la trágica inundación de 2013, perdió varias pertenencias importantes, entre ellas los papeles de esas armas.
En tanto, la investigación avanza para determinar si se trató de un robo al azar o de un golpe premeditado. Los investigadores sospechan que los delincuentes podrían haber sabido que el comerciante no estaba en la ciudad, lo que les habría dado vía libre para actuar con tranquilidad.




